La situación de los trabajadores de la construcción, se encuentra en un marco de precariedad. No tenemos obra social, aún cuando hay persona que trabaja en blanco.
Juan Carlos Aguilar y Guillermo Rodríguez, trabajadores de la construcción, llegaron a la redacción de Ruta 40 para detallar “cuál es la situación de los empleados del sector, asegurando que en la localidad existen cerca de 1500 personas que se dedican a la obra, aunque apenas 600 estarían registradas”.
No obstante, dado que “el gremio no tiene sede en El Bolsón, las dificultades para los trabajadores se dan no sólo en cuestiones inherentes a la regulación laboral, sino a las prestaciones que deberían percibir, como sucede con la salud”. Si tenemos que hacer una consulta o ver a un médico para un tratamiento, debemos viajar hacia Bariloche. Eso significa que perdemos el presentismo tiempo y corremos el riesgo de perder la fuente laboral cuando no estamos registrados o aún estando en blanco, porque no se trata de un trámite que se hace acá nomás sino de una complicación que nos lleva todo el día”, describió.
Aguilar, explicó a la vez que “pese a la existencia del Convenio Colectivo del rubro y las escallas salariales, no han podido contar con el apoyo de la UOCRA, cuya sede se encuentra en la ciudad de Bariloche”.
“Nosotros no queremos tener conflictos y hemos optado por dialogar, con los empresarios, con las autoridades y con los propios trabajadores, opero la sensación que tenemos es que estamos abandonados”.
“Por otra parte, el obrero de la construcción padece muchas más dificultades que otro trabajador, Se trata de una actividad complicada, hay que pasar frío, calor, inclemencias, riesgos de trabajo y, desde luego, el tiempo de resistencia es muy corto. Todo eso se agrava y se complica si no tenemos un respaldo mínimo”.
“Lo que queremos es reunirnos con otros trabajadores, formar una asamblea y ver de qué forma podemos representarnos para acercarnos al gremio y para tener diálogo con los empresarios”.
A la vez, Aguilar destacó que en otra oportunidad, hubo hechos que pusieron a los trabajadores de la vereda del frente con los empresarios, cuando se plantearon paros y cotes de actividades. Sin embargo, pese a que al momento queda mucho por resolver en se sentido, las relaciones son buenas”.
Mientras que consideró que, “igual que sucede con otros gremios, la actividad podría desarrollarse ordenadamente in que ello ocasiones conflictos ni que los trabajadores sean los que más pierden en la relación. Está claro que si debemos ir por una orden de atención, para volver al consultorio a los dos días a Bariloche, estamos hablando que es un despropósito. Y, desde luego, hablamos también del costo que le significa a un trabajador.“
Finalmente, Aguilar convocó a “todos los empleados que se dediquen al rubro, sin importar la magnitud de la empresa o la forma en las que se desempeñan”. “Los trabajadores tenemos derechos y eso es algo que no entra en discusión. Lo necesario que podamos ordenarnos. 1500 personas no es un número para desaprovechar en cualquier sentido”. Podríamos tener una mutual, o cualquiera de los beneficios sindicales que, a pesar de los aportes, no nos llegan porque no tenemos una sede en la localidad”.
Los trabajadores piden una sede en la localidad, para que los reclamos y cualquier tipo de trámite que pudiera necesitarse, en lo que hace a la relación sindical, tenga efecto inmediato y para contar con el respaldo que supone la sindicalización. No obstante, manifestaron la intención de resolver el tema de un “modo u otro”, explicó Aguilar, asegurando que “si la mayoría se siente representada por la asamblea que formarían, el camino sería menos extenso ya que tendrían el apoyo de sus pares.
De ese modo, podremos hablar en nombre de todos. Hoy, lo hacemos en nombre de muchos compañeros, pero sabemos que son muchos más y los beneficios están pensados para todos”.
Juan Carlos Aguilar y Guillermo Rodríguez, trabajadores de la construcción, llegaron a la redacción de Ruta 40 para detallar “cuál es la situación de los empleados del sector, asegurando que en la localidad existen cerca de 1500 personas que se dedican a la obra, aunque apenas 600 estarían registradas”.
No obstante, dado que “el gremio no tiene sede en El Bolsón, las dificultades para los trabajadores se dan no sólo en cuestiones inherentes a la regulación laboral, sino a las prestaciones que deberían percibir, como sucede con la salud”. Si tenemos que hacer una consulta o ver a un médico para un tratamiento, debemos viajar hacia Bariloche. Eso significa que perdemos el presentismo tiempo y corremos el riesgo de perder la fuente laboral cuando no estamos registrados o aún estando en blanco, porque no se trata de un trámite que se hace acá nomás sino de una complicación que nos lleva todo el día”, describió.
Aguilar, explicó a la vez que “pese a la existencia del Convenio Colectivo del rubro y las escallas salariales, no han podido contar con el apoyo de la UOCRA, cuya sede se encuentra en la ciudad de Bariloche”.
“Nosotros no queremos tener conflictos y hemos optado por dialogar, con los empresarios, con las autoridades y con los propios trabajadores, opero la sensación que tenemos es que estamos abandonados”.
“Por otra parte, el obrero de la construcción padece muchas más dificultades que otro trabajador, Se trata de una actividad complicada, hay que pasar frío, calor, inclemencias, riesgos de trabajo y, desde luego, el tiempo de resistencia es muy corto. Todo eso se agrava y se complica si no tenemos un respaldo mínimo”.
“Lo que queremos es reunirnos con otros trabajadores, formar una asamblea y ver de qué forma podemos representarnos para acercarnos al gremio y para tener diálogo con los empresarios”.
A la vez, Aguilar destacó que en otra oportunidad, hubo hechos que pusieron a los trabajadores de la vereda del frente con los empresarios, cuando se plantearon paros y cotes de actividades. Sin embargo, pese a que al momento queda mucho por resolver en se sentido, las relaciones son buenas”.
Mientras que consideró que, “igual que sucede con otros gremios, la actividad podría desarrollarse ordenadamente in que ello ocasiones conflictos ni que los trabajadores sean los que más pierden en la relación. Está claro que si debemos ir por una orden de atención, para volver al consultorio a los dos días a Bariloche, estamos hablando que es un despropósito. Y, desde luego, hablamos también del costo que le significa a un trabajador.“
Finalmente, Aguilar convocó a “todos los empleados que se dediquen al rubro, sin importar la magnitud de la empresa o la forma en las que se desempeñan”. “Los trabajadores tenemos derechos y eso es algo que no entra en discusión. Lo necesario que podamos ordenarnos. 1500 personas no es un número para desaprovechar en cualquier sentido”. Podríamos tener una mutual, o cualquiera de los beneficios sindicales que, a pesar de los aportes, no nos llegan porque no tenemos una sede en la localidad”.
Los trabajadores piden una sede en la localidad, para que los reclamos y cualquier tipo de trámite que pudiera necesitarse, en lo que hace a la relación sindical, tenga efecto inmediato y para contar con el respaldo que supone la sindicalización. No obstante, manifestaron la intención de resolver el tema de un “modo u otro”, explicó Aguilar, asegurando que “si la mayoría se siente representada por la asamblea que formarían, el camino sería menos extenso ya que tendrían el apoyo de sus pares.
De ese modo, podremos hablar en nombre de todos. Hoy, lo hacemos en nombre de muchos compañeros, pero sabemos que son muchos más y los beneficios están pensados para todos”.
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